DISCRIMINACION GAY EN COLOMBIA

15.04.2013 00:00

 

Discriminación con los LGBTI supera el 90%. Cuatro historias revelan cómo es enfrentar esa realidad.

Pocos días después de que se inaugurara el centro de Cuidadanía LGBTI en Teusaquillo para reivindicar los derechos de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transgeneristas e intersexuales, las paredes de la sede fueron pintadas con grafitis amenazantes: "No a el gaymonio. Resistencia católica"

A esto se le suman las amenazas que ha recibido, a través de mensajes en su celular, Marina Avendaño, subdirectora de Integración Social de Chapinero, por estar al frente de múltiples proyectos para esta comunidad.

Las manifestaciones de discriminación hacia esta población no acabany por eso la necesidad de un centro de atención en el que la comunidad pueda comenzar el tenso camino para 'salir del clóset' y empezar a reivindicar sus derechos.

Según un estudio que se realizó con una muestra de 1.213 personas de la comunidad LGBTI, en Bogotá el 98,62% de las lesbianas han sido discriminadas o sus derechos vulnerados. La misma opinión tiene el 97,34% de los gays, el 96,39% de bisexuales y el 99,68% de transgeneristas. 

EL TIEMPO consultó con cuatro miembros de esta comunidad sus experiencias cuando decidieron salir del clóset.

'Un tío que fue militar me apoyó'

Diana Clavijo 

"Yo soy lesbiana, nací así. Para mí es una cualidad. A la primera persona que le conté mi historia fue a una prima que trabaja con transgeneristas en el extranjero. Ella me alentó a reconocerme y me dijo que eso mismo lo iba a tener que hacer frente a muchas personas. Sin embargo, no fue sino hasta los 17 años que lo verbalicé y le conté que estaba enamorada de una mujer. Conocí un mundo que culturalmente yo tenía estigmatizado. Lo primero que me dijo fue: '¿sabes cómo protegerte?' Me quedé sin palabras. Lo más duro fue la reacción de mi madre cuando los hombres comenzaron a disminuir en mi vida. Ella es muy religiosa y conservadora. Gracias a Dios su pensamiento ha cambiado y ahora está centrado en el amor. Un día me dijo: 'yo lo único que quiero es que seas feliz'. Yo le dije que era feliz al lado de una mujer. En otra ocasión una tía hizo un comentario homofóbico en una reunión familiar. Ese día un tío militar dijo unas palabras que fueron un aliciente para mi espíritu. "Ella ya está muy grande para saber con quién se acuesta". Nunca más hubo escenas de discriminación.

'Odiaba los corrillos'

Julián Vásquez Grajales

"Soy un ser humano con una orientación sexual diferente a la heteronormativa. En mi familia nunca se tocó el tema. ¿Por qué?, si mi hermana o mi hermano nunca se sentaron a decir 'yo soy heterosexual', yo no tenía por qué hacerlo. Desde niño sabía que mi gusto era hacia los hombres. Nunca me lo cuestioné. Lo viví y ya. De todas formas es difícil reconocerse en una sociedad religiosa como la de mi región, en donde hay un altar en cada casa. A nivel familiar la vulneración es que se hagan corrillos, se llamen y hablen de mi vida personal. Eso no debía ser un tema familiar. Un día los reuní y les dije algo así como: '¿soy marica y qué?'. Eso también me pasó en la universidad y logré ser reconocido como un activista social. Lamento que personas como el procurador Alejandro Ordóñez, que deben velar por hacer cumplir la Constitución, no lo hagan. Siento impotencia y tristeza de que nadie haga nada. Él no puede como funcionario público anteponer sus creencias personales".

'Salí del clóset a una vitrina'

Francy Moreno

"Soy abiertamente bisexual. Durante mucho tiempo evadí mi orientación porque vengo de una familia cristiana con un concepto fuerte de papá, mamá e hijos. Lo más triste de mi historia ha sido el deterioro de la relación con mi madre. Fueron muchos años de tristeza y de dolor hasta que decidí asumir mi vida. Ahora vivo con mi pareja, soy feliz, pero mi mamá se resiste a visitarme. Dice que va cuando ella no esté. Afortunadamente encontré en mi abuela a un ser muy maternal. Cuando yo lloraba me alentaba y me decía que iba a crecer mucho en mi relación. Nunca se me va a olvidar el día en que no se aguantó las ganas y me preguntó: 'no entiendo. ¿Ustedes cómo hacen para tener relaciones?'. En ese momento pensé que si mi abuelita lo había asumido el resto del mundo tenía que hacerlo. Ella se convirtió en mi madre. Ser bisexual no es ser promiscuo, hay mucha ignorancia en ese sentido. Hay que hacer transformaciones culturales y de fondo".

'Me decían que no me disfrazara de mujer'

Vivian Sofía

"Llevó 7 años de hacer el tránsito, pero desde niña sabía que estaba en el cuerpo equivocado. El primer choque fue en mi niñez cuando mis padres me decían que no me disfrazara de mujer. Yo soy una mujer. Soy de origen campesino y tuve que asumir el papel de cabeza en una familia de 5 personas hasta que decidí viajar a Bogotá, luego de darme cuenta de que si ser marica es duro, ser 'trans' es peor. Me equivoqué pensando que al asumir la apariencia de mujer iba a ser feliz. Antes podía trabajar, ir a la universidad pero luego de cambiar mi estética se me cerraron todas las puertas, por eso llegué a la prostitución. Tuve que olvidar mi integridad y entregar mi cuerpo al mercado sexual para poder sobrevivir. Mi cuento de terror empezó en los prostíbulos de Bogotá. Me distancié de mi familia aunque encontré una red de apoyo en la ciudad. Aprender a ser mujer así es muy triste. Es como si nosotras no tuviéramos derecho e tener una vida tranquila. Las mismas familias están expulsando a sus hijas 'trans' a una vida de dolor".